jueves, 8 de diciembre de 2016

Batallas de tarde.

Estoy provocando, lo sé, me gusta (si eso no se malinterpreta). Mido cada palabra, cada entonación, cada significado que quiero  dar a entender  o expresar...pero como la carne sin su hueso, aunque intento colisionar con el lector, no puedo eludir la guerra que se forma y se contrae en ese preciso instante donde alguien me lee y emite su veredicto: la imaginación y la aprobación no tienen que ir siempre de la mano.
También existe el infortunio o la crítica.
Dejando esa reseña a un lado...
He vuelto al rosa, al color de muñeca en mis uñas, a lo que dicen que rima con la tonalidad de mi cabello, a lo que provoca una contractura con el significado que emite mi mirada... Dios confeccionó una gata en mis pupilas donde lo verde y agrisado sobresale... cuando se multiplican mis lágrimas creo ver a mis ojos azulados también, cabe la duda.
Sigo con el fiel cemento a mis espaldas, cuesta levantar esa carga, cuando en instantes como este, profundizas a solas y en soledad con un cara a cara entre una máquina tecnológica y mi propia asignatura: yo misma, la introspección (evadirme es una lucha).
Sigo paseando desnuda y descalza, siento el frío, el juicio de los espejos...
He vuelto a esforzar mis glúteos, se lo debía, los tenía abandonados (cuando una mujer deja de verse bonita se produce un fragmento en la psique aunque de menor grado al que se padece cuando alguien durante días y años la ha estado emparedando verbalmente para fracturarla por completo) lo dicho, vuelvo al ejercicio físico, aunque he de confesar mi tremenda vagancia (que no vagueza)  y mi detestable opinión sobre aquellos/as que no ven más allá que el constante entrenamiento y la superficialidad.
Mañana me visitarán los duendes, la minoría de edad suele darle algo de vitalidad a mi ahora mortuoria rutina mental.
Por lo demás sigo aquí, examinando los recientes recuerdos, subrayando cada minuto, vaticinando lo que está por venir...he de reconstruirme de nuevo y quiero poseer los mejores cimientos.
Esto no es un diario, solamente son palabras...

17 comentarios:

  1. El problema de esta literatura es imaginarte literalmente... Lo haces para quererte bien y yo lo hago para venderme mal. Mis ojos son dos cagadas de gato que lame un perro. Tú juegas a las muñecas y yo a prostituir muñecas (con poca suerte, tengo que reconocerlo). Atracciones fatales son las nuestras.
    Sobre el texto, ¿qué objetar?, no creo que necesites ayuda para tonificar los glúteos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. eres un gran equilibrista en los textos, no te bajes de TU cuerda ni por el más peligroso de los medios, no te vendas (afirmo que no lo haces) y si eso sucede empezaré a ahorrar para adquirir alguna de tus genialidades.
      Y sobre mis glúteos...deja que pase un par de semanas y te cuento si sigue maduro el "melocotón" jajajja

      Eliminar
    2. Es totalmente necesario que me pases los melocotones por la cara para probar su consistencia cuando estén verdaderamente maduros... De lo otro, si un día llego a ser triste mercancía poética; róbame o suplántame, fóllame sin pagar...

      Eliminar
    3. ¡Ay la virgen! ah, no no que la virginidad no es de nuestra incumbencia... ¿nos podrían reclamar derechos de autoría por hacer referencia a un tipo de porno desconocido y frutal? ... me lo estoy empezando a plantear (omito un "jajaja" para quién lo lea, si es que lo hace, acredite una entonación algo seria y exclame: ¡estos ni son escritores, ni poetas...estos son puros proxenetas del autismo versificado y sumamente "corrido!)
      Las portadas y los epílogos se muerden las uñas por llevar tu nombre o pseudónimo, lo sé, lo sabes...

      Eliminar
    4. Para mi el proxenetismo poético es un arte: si leemos poca poesía es porque también follamos poca poesía.
      No debería existir un culo poético que no sea olisqueado por los perros.

      Eliminar
    5. existe la ley de la oferta y la demanda, pero a veces nadie llega a verse ligado a un trasero sumamente poético y unas nalgas que gritan versos (he dicho bien, gritan, no recitan...)
      Las clínicas veterinarias están desiertas de buenos hombres.

      Eliminar
    6. Uhmm!!! Podrían cagar versos como rosas... Nunca dejaré a un animal en un desierto de hombres.

      Eliminar
    7. ¡Ave María purísima! hablemos del Arca de Noé...

      Eliminar
    8. En ese arcón también había aves...

      Eliminar
    9. ¿pavos y pavas, pollos y pollas?

      Eliminar
    10. Aves de corral generosas con sus huevos...

      Eliminar
    11. ¡Si así te complacen, me doy por satisfecho!

      Eliminar
  2. Yo a veces trato de remozarme un poco, pero a lo de la reconstrucción total no creo que me atreviera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. yo lo intento, pero se siente al igual que el que empieza a hacer malabares por primera vez...todo un riesgo que se ha de asumir.
      Un beso!

      Eliminar
  3. Hasta en las palabras se intuye el líquido que lubrica y la sangre que se vierte.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hemos de poner un cubo debajo, para que no se derrame demasiado el "exceso" a los ojos de los/as que no entienden...
      p.d: ¡tú sí lo haces! gracias, preciosidad

      Eliminar