lunes, 2 de enero de 2017

"Vino" de "Sal"

Vino de sal como cuando se espera el mordisco, el mordisco de ese perro que no tienes y añoras amaestrar o domar.
Cuando caí en el regazo de este lugar todo me parecía idílico; el simple hecho de no poner rostro ni gesto a quién hay o se supone que se halla detrás ya era esperanzador, pero, con el paso de los días me di cuenta de aquello que necesitaba y ansiaba más allá de una comentario u opinión, se necesita de la disputa, de la controversia, de la crítica, de la verborrea... no sólo es el halago o la mezcla de palabras y sinónimos semejantes, inhumanos, ilegibles los que ponen en entredicho en la mayoría de las ocasiones al lector...el mensaje no es recíproco ante y con tanto adorno.
Quienes escribimos y lo llevamos haciendo durante unos cuantos años ya, sabemos de la falta de talento del vecino que se cree hechicero de versos o de la conocida que reúne un coloquio de palabras para adornar algunos espacios públicos... de eso no se trata, eso es una enfermedad, una característica en río seco, un valor poco abundante.
He afilado mi costado, presiento el peso de lo que está por llegar, he de tener cuidado con hacerlo público, los telones a veces pueden bajarse pronto o sucumbir a la postergación de tan laborioso espectáculo (obra y autor/a).
Labores a un lado, la lejanía me aplasta, soy mi propio testimonio en carne cruda donde la incertidumbre me encarama... deseo poseer una montaña y sin embargo me despojo de cumbres, tengo una guerra aún teniéndola que no fusila si no es a mí a nadie más, una gotera confusa de gotas secas e ideas aisladas, un manual de creaciones que no termino por perfilar... y con esto, sigo anidando en el fondo de una cueva todo ese temor que de lo único que mama es de lo vomitivo... un lechón entre las flores, donde sus heces son parte de su encierro, donde yo me falto...no hay carne.

 
Pidan, sugieran, interactúen, contacten, o tal vez sigan participando desde el anonimato...seré paciente en cualquiera de los casos, si es que los hay, si es que los vivo.

3 comentarios:

  1. Cuando escribimos, los liberamos y a la vez reescribimos...porque salvo comentarios absurdos o fuera de tono y lógica lo que otro aporta nos hace sumar.

    Abrazo de luz

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  2. Le pones rostro a lo que escribes pero nada se parece a lo que somos... Mi idea es que una palabra vale más que mil imágenes y que una imagen no representa el corazón. Me agrada huir de la superficialidad del ego aunque el ego sea de una belleza inmoral absoluta (hablo de mí, no hablo de ti ni te estoy prejuzgando, me refiero concretamente a que mi inconmensurable atractivo).
    Fuera bromas..., me agrada que el verso busque algo, que interactué, que se beneficie de los selfies y que traspase la carne del anonimato hacia la consustancialidad de otra piel (todo sería más fácil si fuéramos nuestra propia presunción).

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  3. Que te tiemble el pulso es un bonito marcador, sinónimo de que tienes corazón.

    Y esos latidos también están en tus palabras, se propagan por la red y llegarán a su destino con mayor o menor intensidad, dependiendo principalmente de si el corazón receptor vibra en una longitud de onda semejante a la tuya.

    Pero tú ya hiciste tu labor, y es eso lo que más importa.

    Y no sé de qué color es el ciberespacio, pero el azul te sienta divino :))

    Un beso.

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