viernes, 22 de marzo de 2019

.AFLUENTE VIRAL.

El preludio de un acantilado bajo mi lengua
El vértigo que padece un corazón con cicatrices
Milagrosas posesiones de la carne cuando se roza sexualmente con otra
Y un abismo eterno de bifurcaciones y espirales con olor a rosas eyaculando.
Podré mecerme en la cueva de los extinguidos
Allí donde nadie me nombre y todos me conozcan
Por haber sabido
que la danza de un crepúsculo me llama
Y el equinoccio eterno juega mil apuestas con su primavera tan poco enamorada.



8 comentarios:

  1. Dudo que con la primavera enamorada hubiéramos ganado todas las apuestas. Hay que saber perder, perdidos en la pérdida...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La pérdida es demasiado descarada:
      No la otorguemos el privilegio de existir y mucho menos si permanece, tenerla en cuenta.

      Eliminar
    2. ¿Por qué será que el descaro golpea mejor y es más certero su pugilato?

      Grata reflexión!!!

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más me maravilla y congratula a mí tu existencia en este mundo no merecedor de tan grata presencia, de ti, de tu alma en la que confluyen afluentes y seres mágicos o elementales cargados de extraordinarios y esperanzadores latidos .
      GRACIAS POR Y PARA TODO.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. con tan buenos ojos me miras y lees... ¡gracias mi compañero!

      Eliminar