miércoles, 20 de marzo de 2019

.LA FERIA DE UNA CONGLOMERADA VIDA.

Una retina afilada por campos de seres trigueños
Trigales inmersos en la mar de un latido que lo cultiva
La herida que no fracasa
El poder de hervir la antorcha y bautizarnos.
Ante la construcción de granito tu nombre y el derrumbe
Ese que con tanto peso no quiso permanecer más en mí.
Pertenezco a la sociedad no tan secreta de las miradas que enamoran como el domador no doma porque no existe presa sino una partida de ajedrez apabullante y con jaque a la falsa reina.
No me restrieguen los zafiros de aquella tiara majestuosa
Soy nómada y no recolecto falsas piedras preciosas.
Saca tu lengua, hoy serás éxtasis,
Hoy pondré una palabra en ella y comulgarás en ti.

3 comentarios:

  1. Las reinas y las princesas no existen, todas son torres. Ningún caballero conseguirá nunca subir por una trenza hasta la almena (al menos no con su corcel) y generalmente para abrir el tablero es necesario un gambito, sacrificar alguna pieza (puede ser una muela). Si sacas demasiado la lengua tendrán que excomulgarte (exquisitez).

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