Nos escupiríamos en la cara y se correría en mis ojos verdes como gata hambrienta.
No descarto eyacular en la minifalda de tu buena niña también y rajarla las medias mientras se empapan las sábanas recién lavadas y virginales.
Usaremos medias de rejillas muy putonas y moveremos la bata de cola como grandes folclóricas.
Ahora reza a todos tus santos,
despliega las estampas y descorcha el rosario sin crucifijo que aquella noche utilizamos para dejar claro que ser clitoriana redime otros pecados.