sin mesa para mi (transparente)
legítima,borrosa...empañada por tu sed.
Me he visto dulcificarme con el paso de tu lengua entre los hilos de mi ropa.
Mi carne canjeada entre tus manos de archipiélago;
De nuevo tus labios en el piso bajo de los míos...
posturas modificadas,
una masa,
tonificada,
no momificada...
Un tesoro sexual: la vagina,
Yo,clitoriana.
Pocas cosas tienen el olor y el sabor de una isla debajo del mesado... Si un cielo se detiene ante nosotros, con incredulidad creciente, procuraremos la manera de darle esquinazo.
ResponderEliminarNada sexual, nada temperamental, he aprendido que el placer se aleja de la idiosincrasia de las cosas y el enamoramiento es lo más parecido a un engaño. Si no intentarlo es lo mismo que simular un poema y atreverse es ver morir todos los poemas, observar cómo mueren los poemas es el mejor de los propósitos.