He construido un edificio derribado
Con el techo tan roto como mi corazón;
de color crudo,desolado... sin aspiración.
La carne disecada y en pañales que se retuerce y estremece
por más que la apuñale y la barnice,
no se convertirá en ostentosa ni siquiera imperial;
no sangrará ni aumentará su destreza de lluviosa y frenética,
En cólera.
Las tempestades lacrimosas de acero fundido,
Solidificadas;
ladrillos de interior que aúllan en su eco marchito de opio y pesadumbre;
Sentimientos como ventanales acrílicos,
hechos añicos en un graznido con tesón...
Fieles a un dolor que sin pasar página,
ama a sus muñones y prosigue hasta el final de una lectura emparedada y emprendedora;
hasta que todo lo que no escribí sea.
"Hasta todo lo que no vivimos sea". Tal vez esa sea la máxima de los renacimientos, de volver a caer y a alzarnos sobre todo lo profuso y abatido.
ResponderEliminarMe gusta como escribes, no lo olvides!!!
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