jueves, 27 de junio de 2019

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El arroyo verde acunar
En mis senos dulces de miel

-¡Qué bonita se ve la gaviota!-  pues aprendió a volar tan sibilina como su plumaje y su padecer.

-¡Qué nítido el oxígeno de mi ser!-

Déjala misericordia mía que rece y ore...que se biloque como Santa...

como quien se apiada de un querer.

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Mi querido vecino, aprovecho el responderte por aquí porque ya sabes que whatsapp cuando el tiempo me lo permite: hoy intentaré ponerme al día... creo que ya me dijiste que tenías la fortuna de tomar unos días de descanso desde hoy -¡qué suerte la tuya y envidia sana me das!-
      Estaré también a la subida nueva de alguna entrada por el perfil de youtube y a ver si conjuntamente nos animamos y unimos nuestras voces para algún relato dado que la locución no es que se nos de nada mal precisamente si lo tienes a bien..
      Un gran abrazo.

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  2. El querer carece de piedad, es impío.

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    1. estos latidos estallan los sesos y al órgano comos balas sin frenos... deberían confesarse.
      Besazos.

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  3. que gusto me da saber que haz vuelto. ya hacías falta.

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