"Para una mujer católica soy demasiado anárquico. Para una mujer anarquista soy demasiado católico. La verdad es que me siento a gusto sin religión ni credo revolucionario."
Para una mujer cartilaginosa y con enredos entre las piernas puedo ser un poco de colágeno (nada susceptible en esta última expresión). Neutros o nuestros, bellos o lampiños pero con sucios calcetines por ideales...
1 comentario: