He forzado letras y cadenas
Cuando sentí frío los inodoros, las bestias
La fuerza que en un descampado escandaliza
Se cerraron las grietas, gritó la cigarra.
Anoche hablamos de drogas y tormentas
Un asesinato y un impulso,
Ciega la cerradura abierta.
Nadie se atreve ahora por los labios
Bocas menguadas de seca hierbabuena;
Vaga es la espada que aguarda el momento,
La orina, calurosa, no es agua.
Tuvo miedo hacia el método y su desesperanza,
El gato descalzo no es manso
La muerte no enfría ni desgasta.
Despoblé mi alma, sangré peldaños.
Yo soy fotógrafo, y por ella te aplaudo.
ResponderEliminarL@s herudit@s de las palabras quizá también aplaudan tu catarsis delirante.
Un beso.
"Min" gracias, aunque en esto de "selfie" me suele temblar el pulso ... ¿para cuándo una sesión.book en condiciones y de la mano de la técnica y experiencia del calibre de un fotógrafo como tú? me dejo asesorar...
ResponderEliminarBesos!
Visto lo visto es posible que a mi también me tiemble el pulso, pero se podría intentar con una caja de inhibidores de la conducta primaria de por medio.
ResponderEliminarLos astros proveerán.
Otro beso.
Quedo entonces a tu entera disponibilidad fotográfica expectante de esa sesión antagónica entre lo humano y lo "extraordinario". Pendiente de ese aviso!
ResponderEliminarLa orina calurosa es agua bendita: imagina un hisopo y las palabras apropiadas para un bien.
ResponderEliminarHasta el "can" sabrá elegir sus esquinas para su buena micción.
EliminarPor lo tanto no debemos desconfiar de los "perros humanos".
EliminarMe fío màs de la propia orina,únicamente fluye.
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