"Somos como una casa de putas sin putas, igual que un vetusto burdel sin rameras o un patio carente de flores. De todas formas, a quién le interesa el ego de una furcia y, por extensión, a quién le importa el talento de un poeta. La indiferencia se adentra en los prostíbulos y se acuesta con las musas, mas la perdición de un idiota es creerse digno entre ángeles. No vales nada, aunque lo más parecido a un dios sea un proxeneta de los versos."
*Nota: mi querido amigo, no os olvido y os sigo atenta... en breves me pondré al día, a la noche o a la tan valiente madrugada y sus gemidos versificados.
Un abrazo inmenso.