ELLA chorrea, pero el invierno lo congela todo;
ORGASMO CRIONIZADO, sin hombre ni mujer,
Un CLÍTORIS,un FALO... alto falo en su celosía ruin.
NO lo atesoran, NO lo avalan .
Un CREDO que NO CREE,
Un CREDO SIN REDENTOR NI CÁLIZ:
Casi fue como la madre,
Y así como la hija...
En una SOGA AHORCADA, sin respirar...
Aprendió a QUERER VIVIR, como NO siguieron latiendo sus dos corazones.
Algo falaz en nuestra celosía ruin... ¿Qué ocurriría si los chorreones no admirasen más sus genitales descorchados y los currantes del gotelé se amaran como tiernos rodillos de pintura?
ResponderEliminarAl final somos una extensión del sexo sin palabras.
Todo corazón palpita por algo, no solamente una vez, aun por la inercia de llegar al último latido.
Un credo descreído y sin embargo creado para la ausencia de jactancia (algo conmovedor en las manos).
Tiéndeme la mano como acostumbrada me tienes... ese gesto dulcificado para abrigarme después con tu compañía solitaria y fielmente agradecida mi compañero.
ResponderEliminar