Me siento en esta espiral de víbora
Y me denuncio.
Ahogada con dinero que no proclamo y doy tampoco,
No a la suerte sino a él.
Se lo quedó.
Tóxica
Yo hoy también me quedo,
con lo que a los demás asusta,
La Muerte;
porque no niego pensar en ella,
porque no niego (tampoco, de nuevo) quizá mi amiga.
Es un acto:
Me suicido,
Te escucho.
No lo niego (una vez más).
No te adentres en mis laberintos,
Si alguna vez lo haces,
...Te culparé de lo que pueda ser el regreso a la cordura.
Quien dice ser algo no es nadie... Tantos laberintos para perderse y tan pocos para encontrarse.
ResponderEliminarSe persigue como la sed en el viento... como una espiral que continúa.
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