Ni pagar dos entierros, ni escuchar la misma homilía, ni ser llorado dos veces...La vida arde también en lo que no es corazón.
Me hierve la sangre, me arde el osario... no soy ningún milagro y quisieron crucificarme como santa clandestina.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
inventemos otro o los que nos sean necesarios
Ni pagar dos entierros, ni escuchar la misma homilía, ni ser llorado dos veces...
ResponderEliminarLa vida arde también en lo que no es corazón.
Me hierve la sangre, me arde el osario... no soy ningún milagro y quisieron crucificarme como santa clandestina.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarinventemos otro o los que nos sean necesarios
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar