Los Impuestos y Deudas

Dicen, otras veces aconsejan, eso de que nadie tiene que saber con exactitud toda la historia, pero que queréis que os diga (perdón por la confianza) , ya no tengo miedo a las alturas, nací en un abismo.
Tengo 25 años consecutivos de experiencia en mi propia vida, en algunas ocasiones he intentado darme vacaciones, pero mi mente e interior nunca me lo han permitido, y si escribo es por algo, no sólo por placer, gusto o reivindicación.
Esto es así y cada uno empuña su teoría y práctica de la manera que mejor considere.
Medir las palabras o la forma de expresión escuece en numerosas ocasiones, y respecto al tema...respecto al tema nadie mejor que uno/a mismo/a para contarlo.
El reloj marca 14:07, dichoso Trankimazin, 1 mg de sueño inducido porque me he vuelto una cobarde en eso del descanso, debe ser que quién jugó con el insulto y conmigo aunque me cueste admitirlo ha conseguido su propósito (aunque espero que sea pasajero).
Esto no es un diario, ni una técnica de autoayuda para sobrellevar la situación...esto es que simplemente las palabras, mis palabras, buscan la salida y así termino, pariéndolas.
El otro día la trabajadora social me atrapó en una red de abrazos y consuelos (no os fieis de mí con eso del afecto, soy frío en un eterno invierno, y el gesto de osa amorosa me cuesta mucho efectuarlo pero no agradecerlo).
Ya incluso durante la infancia mi mejor juguete fueron los "libros", ojalá y ahora siga visitando rincones bibliotecarios más que visitas estoy haciendo a la comisaría en las últimas semanas.
Y quiero dejarlo claro, (hoy hay verdura para comer), que nadie saque de paseo a mis nervios porque soy igual de capaz de "escupir" a cualquiera que se haga el valiente ante un desprecio de sicario o tirano (no por falta de modales o educación)
Están sacando brillo a las rejas, no sé si será para aislar a una misoginia naciente en su funesta y arbitraria libertad.