sábado, 3 de diciembre de 2016

Normas.

Por aquí se escaparon las cabezas; no sé cómo hacen los que aman, a veces me sorprendo a pie de página con retratos y fantasías exóticas, también eróticas...dejan adornarse con el "refranero" religioso, y la verdad, eso me preocupa.
Existe la moda dentro de una usual modernidad, ya nadie crea construcciones irreales, todo se programa, constantes filtraciones autistas y autómatas.
Me sigo sorprendiendo con la oda, y aún todavía estoy joven, rebelde, soñadora...
Pelean los que escriben por algunos sencillos reconocimientos y al final destruyen sus textos, no les estarán valorando por su creatividad sino por su rutina, por todo aquello de lo cotidiano que más que poema es marketing, eso me angustia.
Se sortean todas aquellas redes sociales donde fijar la mirada en un abalorio y utensilio, se entierran otras, donde coleccionar verdaderos sentimientos y saber.
Al fin y al cabo, somos un prostíbulo de creadores donde lo más ilegal resplandece.


2 comentarios:

  1. Aún estoy esperando que el prostíbulo ilegal resplandezca de entre la creación. La insensatez es aguardar lo que se proclama sin ninguna convicción... Mientras tanto: marketing y rutina de indiferencia.

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  2. es una lástima que hoy en día se publiquen "obras" con tan poco fundamento frente a genialidades que a veces la gente desconoce....pero bueno, -¿quién soy yo para juzgar al mercado y al público lector?- Nadie.

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