domingo, 25 de diciembre de 2016

Rezos y sequías.


Voy a ser sincera, no cuento con nadie ante la caída de una nieve prácticamente imaginaria (hubiese deseado deslizarme sobre esta depresión en compañía aún siendo barata) pero he de asumir que el supuesto olvido está en oferta y aquí nadie está libre del consumismo sobre la sustitución.
-¡Claro que sí!- Te sustituyen, tarde o temprano lo harán, y ahí te quedarás tú, con una mirada felina acuchillada, doliente y casera, en busca del exilio hacia aquellos añejos brazos...pero añorar al abrazo o la caricia no servirá de nada... en esta vida todo el mundo colisiona con los abandonos del corazón o la entrepierna ardiente.
Me he comprado un paracaídas que emerge directamente en el sumidero de esa idea inequívoca que tienes sobre mí; has malgastado suposiciones... atrévete a preguntarme.
Háblame, secuéstrame, grítame, deséame...hazme padecer de lo febril que hemos creado en este hogar sin hogar, en esta tristeza que simplemente ahoga.
Ahora que olemos el peligro abandonamos o persistimos insistentemente en ese pórtico de gloria donde la oración y unos calzoncillos son lo que quizás portas.
Sigo aquí, mal o bien pero aquí sigo; el esfuerzo de perder unos ojos por el éxtasis del cinturón que te azota en horas hirientes los glúteos de una dama blanca.
Es dolor lo que bebo sin ánimos por calmar la sed: me he secuestrado entre jaurías y manadas donde la comisura de mis labios termina por ser una prisión furtiva para el desengaño.
Ya lo sabíamos... ahora es el tiempo...tiempo para no respirar.
Observar la ausencia, la rutina de un pecado ante mi pupila.

2 comentarios:

  1. Si eso es lo que le dice el pecado al pecador; el pecador debe estar ciego de todos los ojos y tener la mirada distraída en inútiles contemplaciones.
    Contar con alguien en nuestra imaginación es demasiado pretencioso; ni siquiera baratas compañías se acercan al saldo de los cielos, aunque sean los ángeles quienes ofrenden su virtud al mejor postor (en todos los casos al mejor impostor).
    El consumismo de la sustitución no siempre es el consumismo de la prostitución, pero es cierto que se debe a una moda demasiado pasajera y superflua.
    La realidad es más absurda que cualquier suposición, ojalá existiera un pórtico de la gloria y una oración en calzoncillos para intentar redimirnos, abandonados al corazón de la entrepierna ardiente.

    La verdad es que con este escrito he gozado y he degustado la profundidad de tus acequias.

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  2. si el término gozo aparece en tu idea y opinión ya me he de dar por satisfecha ante tal inquisición

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