sábado, 10 de junio de 2017

*Notas a pie de página:

[...]
 
Es triste jugar al orden con los senos para no descarrilar.
 
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    -¡Desbarátame!- dijo.
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    Que es lo mismo que decir, por similitud con tus palabras: ¡déjate de cosas baratas y házmelo caro, oblígame a pagar las consecuencias!
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    ...y así la tormenta, el terremoto, el desprenderse de lesiones y aventurarse al choque, al continuo roce de pelvis y cadera, a la soldadura del frenesí... -¡joder, que me frote!- exclamó.
  • 1 comentario:

    1. Un frotis vaginal no acabará con los ardores del espíritu pero conseguirá una buena y plácida ronquera. Me gustan esos diálogos (me has sorprendido): la consecuencia de una poesía compartida, de escribir a través de los otros con los otros. Cabe incluso la posibilidad de la nada y de contribuir con esa nada a un poema sin desperdicios...

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