El acorde musitó como la bala brava entre tus dientes,
supiste frenar tan cruel mi suspiro...
la palabra amor sangraba: no significaba; nunca lo había hecho.
Y allá tan lejos como alcance mi ser,
el pensamiento frío me fue otorgado,
repudiando ese dolor crónico de una lengua y su sexo oral subyacente.
Clausurada,contemplativa... fenecer en falsa libertad.
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