Te dejaría sin dudarlo cabalgar en mi cerebro
eyacular en mis ideas
hacerlas sentirse más mujer y hierro.
Te guiaría por el camino de mi senda y una cremallera desabrochada
Tan panal y tan abeja reina,
que de este mi veneno solamente lo compartiría contigo.
Fecunda a mis risas soñadoras,
siento que las estoy destrozando...
y es por eso que en este yo no sé qué mundo...
de perdones vamos justos
y de pecados nos faltan manos,
porque se siente hielo y frío
en el paraíso de los valientes aterrados...
Cabalgar cerebros es de lo más peligroso, puedes acabar trastabillado, o con el cabello (no el caballo) rasurado por las ingles.
ResponderEliminarTal vez el paraíso de los cobardes esté más concurrido, mullido y caliente, pero creo que igualmente faltan manos, justos perdedores y pecados de ir juntos donde sea...
Espero que estés bien en esta "encerrona" y que sigas deleitándonos con tus escritos!!! Un Abrazo!!!