NO HIZO FALTA ASOMAR LA CABEZA PARA VERTE
ME LATÍAS TAN ALTO Y TAN FUERTE
EN LA DESESPERANZA DE HABERTE PERDIDO.
NO VOY A MENTIRTE, TE EXTRAÑO;
Y ES EN EL RELATO Y LA ORATORIA DE MIS TERAPIAS DONDE TE ENCUENTRO.
NO TE TUVE, LO ASIMILO,
Y VOMITO CADA PASAJE MENOS BÍBLICO DE TU PRÓLOGO,
REZO CABEZA INCLINADA ENTRE TUS RODILLAS...
PUES NO LLEGA A SER PECADO O FELACIÓN;
Y EN LAS ENCUESTAS A MIS MALES TODOS REPITEN EL MISMO MANTRA,
CON CELOSÍA CARNAL Y VIBRANTE EL Deuteronomio MÁS MODERNO DEL ALMA.
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